sábado, 22 de febrero de 2025

Orden en la biblioteca

Cuando se cansó de hacerlo con personas que se le prestaban para desarrollar su arte frente a algún público, el hipnotizador decidió irse a una biblioteca donde podría escoger algunos entre todos esos silenciosos y quietos e inducirlos a aquel estado en que depondrían su voluntad y ejecutarían sus órdenes.

Puso a uno a dar vueltas por el recinto arrebatando los libros a quienes leían, puso a otra a gatear por la sala y a otra a cantar a voz en cuello ante un sorprendido auditorio.  Cuando el director bajó de su torreón a exigirle volver todo al orden, le dijo he regresado a varias personas al orden, ¿quiere que haga lo mismo con todos los demás?  Solo dígale a esa que deje de cantar, al otro que no arrebate más libros...  Querido director, esos son los que están en el orden de sus deseos más profundos, yo los he sacado del desorden.

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