domingo, 23 de junio de 2019



SEGUIR UNA LUZ
Relato




Eugenio se aliena con frecuencia; fuma de esa hierba; sus trabas son cada vez peores y su familia no sabe qué hacer por él. Tenía una enamorada y la dejó sin causa aparente; tal vez la perdió por dedicarle más tiempo a su vicio. Sus amigos lo rodean para tratar de alejarlo de su adicción, pero él no se deja ayudar. Parece que prefiere quedarse sin amigos.

Un día, llega a la tertulia muy fresco, muy lúcido y con un aire de alegría.

–¡Hola, Eugenio! ¿Por qué estás hoy tan distinto? Siempre llegas sombrío y hoy te vemos muy bien y muy contento.
–He visto una luz resplandeciente, deslumbrante, y la he seguido. Por eso me ven así.  Salí cambiado, soy otro. La Luz ha hecho milagros conmigo.
–(La traba de este, hoy, es diferente. ¿Qué estará consumiendo?).

Otro día, sus camaradas le inquieren por los cambios que han notado en él; están muy intrigados; tiene días en que está completamente lúcido, despierto y animado; con iniciativas, con ganas de trabajar; eso les gusta mucho, pero no lo entienden.

–Cuando me siento mal, voy en busca de la luz; la luz me inunda y me fortalece. Ya les dije que salgo cambiado, que me siento otro.

El muchacho sigue en franca mejoría; su familia está feliz porque ha retomado en serio sus estudios y ha empezado a dar buen rendimiento. Sus amistades le preguntan si es que todavía sigue la luz.

–Ella nunca pierde el brillo, nunca tiene sombras, siempre es radiante y cálida; me acoge dulcemente y me hace sentir dichoso.

A pesar de todo, Eugenio recae al poco tiempo; otra vez perdido, taciturno, de mala cara, de trato hosco. Su familia y amigos se descorazonan; estaban muy ilusionados; ahora piensan que el muchacho no tiene salvación. Un día llegan a casa dos amigos a avisarle que unos agentes de policía lo están buscando.

–Voy a refugiarme en mi luz –y se va corriendo.

Reaparece al cabo de tres días y, por toda explicación dice…

–Seguí la luz y encontré amparo.

Lo positivo es que no vuelve a la droga. Él dice que se lo debe a la luz, sin más
explicaciones. Pasan los días, pasan los meses y el muchacho sigue muy dedicado, termina su bachillerato, empieza a trabajar y todo va muy bien. Un día anuncia que se va a casar; convoca a todos en casa en cierta fecha, para que conozcan a su novia y llegado el día aparece del brazo de una hermosa mujer…

–Les presento a Luz Amparo.


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